lunes, 31 de agosto de 2009

Entre la duda... y la preocupación


Desde hace algunas semanas, los periódicos han publicado variadas noticias sobre las relaciones del gobierno con el Fondo Moneterio Internacional. Signica esto ¿que se está gestionando una vuelta al endeudamiento con dicho organismo?

Si tenemos en cuenta la posición del gobierno, parece no creible, ya que desde el comienzo de la gestión kirchnerista, el discurso hizo todo lo posible por demonizador al Fondo, pese a que pagó al contado una deuda de 10.000 millones dolares , sin dejar de ser país miembro, cumpliendo además, el pago de las cuotas.

Por otra parte, numerosos economistas, "aconsejan" un acercamiento más estrecho con el FMI. Desde sus puntos de vista, la Argentina no puede alcanzar un desarrolo económico durable sin el apoyo de dicho organismo. En igual sentido se ha expresado el sector capitalista, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Auto, dijo: "Me parece brutal , yo nunca me hubiera ido del Fondo"

Para los que recordamos los efectos de las "duras exigencias" (por ej. recorte del consumo interno que a menudo implicaba congelamiento de salarios) del Fondo en épocas pasadas, y las medidas tomadas por algunos gobiernos (Menem es el ej. más claro) para satisfacer dichas exigencias, no deja de preocuparnos o al menos preguntarnos ¿ se reeditarán los viejos "ajustes" que inexorablemente afectaban a los sectores de menores recursos económicos?.

El actual gobierno anunció primero "un posible diálogo" con el Fondo, luego expresó que aspiraba a "una relación madura" ya que Argentina no había necesitado de su asistencia desde el 2006, más tarde el ministro de economía Boudou aseguró que "la Argentina no va a aceptar ninguna intromisión en la política económica" aunque poco después aclaraba que "ante un nuevo marco y nuevas relaciones" (con el Fondo), se abría "una posibilidad de que el Fondo Monetario vuelva a realizar las auditorías sobre la marcha de la economía del país". En realidad, pese "a la nueva cara del Fondo", de acuerdo a los diagnósticos y recomendaciones que formulan sus auditores en distintos países surge una realidad distinta: según los casos, el Fondo sigue reclamando ortodoxia fiscal, baja de subsidios, flexibilidad laboral y extensión de la edad jubilatoria, entre otras cosas.

¿Vamos hacia un aumento del endeudamiento de la Argentina (es decir... de nosotros? ¿No pudo haberse evitado mientras había superávit fiscal? ¿Es posible pensar otras "salidas" que eviten mayor endeudamiento? ¿Es en verdad el Fondo la mejor alternativa?

No hay comentarios: