viernes, 31 de julio de 2009

Ya no se sabe a quién creer!!!


El conflicto Gobierno/Sector agrario es un enfrentamiento largo, complejo, con agravios de uno y otro lado, mal manejado desde el gobierno, repleto de marchas y contramarchas y con posiciones extremas de difícil conciliación .
El origen del conflicto lo desató la disposición del gobierno de un aumento a los derechos de exportación a un 44,1% para la soja y a un 39,1% para el girasol, mientras que se establecía una redución para maíz y trigo, que quedaba en un 24,2% para el maíz y en un 27,1% para el trigo. El conjunto de estos impuestos es lo que se conoce como retenciones. Según el por entonces ministro de economía Martín Lousteau, estas medidas significan un incremento favorable al "fisco" que "embolsaría" 3900 millones de pesos.


La respuesta de los sectores involucrados no se hizo esperar. La Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) anunciaron un paro con cese de comercialización de granos, carne y leche, en protesta por la política del gobierno de Cristina Kirchner hacia el sector.


Los mensajes se sucedían en una suerte de competencia por ver cuan lejos podían llegar las partes enfrentadas. A los dichos de los agrarios: "Queremos expresar nuestro repudio a la política que se lleva a cabo desde el Gobierno para el sector, y que no hace más que comprometer el futuro del país", dijo Mario Llambías; "Esto es una medida contra la producción, contra el interior, contra el país", disparó Luciano Miguens, presidente de la SRA. "Estamos cansados de este Estado que es socio en las ganancias pero no en las pérdidas, ya que no nos devuelve al interior lo que ponemos en caminos ni escuelas", dijo Buzzi; "Somos dialoguistas, pero con una medida como ésta no nos queda otra que hacer un alto. Están pasando por encima a un sector que le da vida al interior", dijo Fernando Gioino, presidente de Coninagro, tambien había una respuesta del gobierno: "No vamos a revisar las retenciones. No es un tema que estemos discutiendo, para nada. No nos gusta que nos extorsionen con medidas de fuerza", dijo el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hoy alejado y opositor al oficialismo; el ministro de Justicia Aníbal Fernández anticipó: "Veremos cuál es la línea de productos que tenemos que mover y la moveremos, y quien no entienda esas razones irá preso".

Lo que sigue, es historia conocida a la vez que constutuye el mayor conflicto agrario en los 'ultimos 30 años: piquetes, cortes de ruta, asambleas, desabastecimiento, amenazas. El "voto no positivo" del vicepresidente solo significo un statu quo que hoy parece generar nuevas expectativas luego de la convocatoria al diálogo desde el gobierno.

La reunión entre el gobierno y la Mesa de Enlace ruralista se está llevando a cabo en estos momentos, los representantes de las entidades agrarias reconocen "vamos a esta reunión con un grado de escepticismo que no podemos ocultar; pero además del escepticismo hay también una expectativa, porque el escenario político del país es completamente distinto después de las elecciones".

¿Será posible encontrar un punto de equilibrio? El país necesita una respuesta. Se habla permenentemente de un cambio, ¿significa esto que la producción sojerizada desde hace unos años debe volver a su origen triguero y maicero + carne? Si asi fuese debe ser expresado con claridad, se debe ir preparando y discutiendo el futuro de la economía ya que estos productos fueron y siguen siendo el fuerte de las exportaciones argentinas.

lunes, 27 de julio de 2009

El juicio de la Historia

Si bien la historia de la humanidad la construimos todos los que participamos de uno u otra manera, esta misma historia le da la oportunidad solo a unos pocos de trascender con nombre y apellido, su propio tiempo y ser reconocidos por futuras generaciones tanto por sus logros como por sus errores.

¿Cómo no reconocer los aportes al progreso de la humanidad de Albert Einstein o Madame Curie; la lucha por la igualdad de los derechos civiles de Martin Luther King: las genialidades de un Beethoven, una Frida Kalo o Jorge Luis Borges, por nombrar solo algunos?.

En la política, los presidentes (entre otros funcionarios) reciben esa oportunidad con una doble responsabilidad: la que le impone la honorabilidad de su propio nombre y apellido y porque esa oportunidad le deviene del voto de un conjunto de ciudadanos que confiaron en el buen uso del poder en beneficio de la sociedad.

En la historia Argentina, parece cumplirse el axioma que sostiene: "en los presidentes que accedieron a dos períodos consecutivos de gobierno, el primero es generalmente bueno, pero los desaciertosy errores del segundo, opacan buenas medidas u acciones, de modo tal, que la historia los "recuerda" no solo como mediocres, sino tan solo "olvidables".

En nuestro caso, desde la recuperación de la democracia en 1983, solo dos presidentes se ubican en este contexto: Carlos Menem y Néstor Kirchner (en este último caso, todos sabemos que si bien la titularidad del PE es de Cristina, la decisión final la toma Néstor).

En el caso de Menem, su primer período de gobierno comenzó con un gran impulso modernizador, quizás demasiado volcado a las políticas neoliberales que aparecían como "la panacea" en la década de los 90 y que tan graves consecuencias provocaron en los años por venir. Mucha de la obra realizada por el entonces presidente, tiene un costado discutible, sobre todo en las formas de llevarlas a cabo (abuso de superpoderes, favoritismo, poca transparencia etc) pero, los que transitamos por los caóticos años 70 - 80, sabemos o recordamos los permanentes vaivenes de una economía que nunca terminaba de cerrar, los estallidos sociales, la espera de servicios públicas que podían llegar a tomar una vida (ej la espera por teléfono particular era de entre 15 a 20 años). Efectivamente, considero que la Argentina de los 90 necesitaba un aire renovador y modernizante.

Sin embargo, junto a las mala formas de hacer política, llegaron: el exibicionismo, el tráfico de armas a Croacia y Ecuador; las denuncias de impunidad en relación al atentado de la AMIA; la infinidad de denuncias de corrupción de funcionarios, el famoso "robo para la corona"; las "relaciones carnales" con el poder económico internacional y tanto más. Lo peor, a mi entender, fue el comienzo de un camino sin retorno hacia el 2001 con la pérdida de credibilidad en las instituciones, entre ellas del rol de los Poderes, de los partidos políticos y de la política.

En el caso de Néstor Kirchner, hay un recorrido diferente y a la vez parecido. Algunas buenas decisiones, como la política de defensa de los Derechos Humanos o una mayor presencia del Estado frente a los intereses saqueadores de grandes grupos económicos, se ven minimizados, casi olvidados por las formas de hacer política, el autoritarismo, el clientelismo político, la permanente descalificación del oponente, la intolerancia al disenso, la manipulación de la información, el escandaloso crecimiento del patrimonio del matrimonio gobenante y tanto más. Y lo de mayor preocupación: el deterioro de las instituciones republicanas sigue creciendo.

¡Es preciso volver a los valores republicanos y democráticos fundantes del sistema político! ¿Acaso es imposible esperar de las futuras dirigencias del país dejar de pensar en "pequeñito" y avanzar hacia razonamientos más inclusivos y solidarios?

lunes, 20 de julio de 2009

Cuando lo habitual se vuelve... lo excepcional

Desde semana pasada se ha instalado en la prensa, en los progrramas periodísticos y en la gente, una gran expectativa en torno al "llamado al diálogo y al consenso" propuesto por la presidenta para con "todos?" los sectores de la sociedad.

Primero fue la "sorpresa" por lo inusal en la actitud de un gobierno más inclinado a tomar decisiones unilateralmente; luego la "aceptación expectante" de casi todos los sectores, algunos con "ciertas reservas", no creen en "la voluntad dialoguista" de los convocadores, incluso la Coalisión Cívica de Carrió se niega a participar entendiendo que el ámbito de debate y consenso debe ser en el Congreso; otros descreen porque advierten que "la reforma política", primer tema de la convocatoria, es importante pero enfatizan en la necesidad de consensuar temas más "urgentes" de la Argentina.

La ronda de "diálogo" comenzó la semana pasada y para ésta se anuncia con bombos y platillos el encuentro del ministro Randazzo con el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires: Mauricio Macri y con Francisco de Narvaez, dos de los mas duros opositores y quienes ganaron las elecciones en el territorio de mayor peso electoral: la provincia de Buenos Aires.

Las inquietudes, reclamos y urgencias han sido planteadas, entre ellas: la suspención de los superpoderes, la reformulación del INDEC, la coparticipación del impuesto al cheque, la reforma del Consejo de la Magistratura, la regulación de los decretos de necesidad y urgencia, la instrumentación de tarifas sociales. el presupuesto 2010, cambios en las retenciones y una nueva política agraria.

Hoy, la dinámica de la política no se detiene, los partidos políticos y los ciudadanos en general esperan acciones concretas, muestras de un cambio de rumbo efectivo que consoliden la iniciativa dialoguista. Sin embargo... algunas decisiones del gobierno, como la confirmación del secretario de Comercio Guillermo Moreno, el funcionario más cuestionado por las falacias del Indec, y la intransigencia del ministro de Justicia, Julio Alak, a modificar el Consejo de la Magistratura, no hacen sino abrir un panorama de incredulidad y la sospecha de que la intención del gobierno es "solo" la dilación, el ganar un poco de tiempo.

Estos y otros temas debieron haber sido discutidos y consensuados desde el comiendo de la gestión K, lo habitual en un sistema republicano y democrático, pero los seis años de desencuentro e incomunicación entre el gobierno y la oposición hacen del diálogo algo urgente, impostergable y excepcional

sábado, 18 de julio de 2009

Al cumplirse un año

Desde el comienzo de la Historia, el poder ha planteado a los seres humanos algunos problemas, entre los cuales se encuentra:

* la necesidad de dotar de eficacia al ejercicio de ese poder a fin de evitar que los que ocupan posiciones de poder, abusen de él.

Allí donde no está limitado y controlado, el poder político, por su propia dinámica tiende a concentrarse y excederse; para evitar tal distorción, la Constitución establece una distribución del poder entre varios órganos de gobierno que tienen distintas funciones. Este principio da fundamento a la división de poderes y a la existencia de un sistema de frenos y contrapesos, orientado a preservar la libertad e igualdad de los ciudadanos.

En la Argentina de hoy, uno de los temas de intenso debate, es el de la institucionalidad, en otras palabras: el funcionamiento pleno y respetuoso de las atribuciones que a cada poder le ha otorgado la Constitución Nacional.

Por años en nuestro país hemos sido expectadores de la "acumulación de poder" por parte del Poder Ejecutivo, la falta de independencia y protagonismo de los otros dos poderes y la ausencia de institucionalización.

Por eso hoy, al cumplirse un año de aquella memorable jornada en la que el vicepresidente de la Nación decidió con "su voto no positivo" la suerte del conflicto planteado(retenciones) entre el gobierno y uno de los sectores económicos tradicionales de la Argentina, por eso digo: el Senado estuvo a la altura de las expectativas de una ciudadanía ávida de una muestra de independencia del Poder Legislativo. Ha sido la primera vez en la historia que un vicepresidente definió una votación en la Cámara alta en contra de un proyecto del Poder Ejecutivo.

Si toda crisis representa una oportunidad, el país se encuentra, por fin, ante una inigualable ocasión para barajar y dar de nuevo. Esto significa exaltar la institucionalidad como valor supremo y respetar la división de poderes.

Pensando en ciudadanos participativos

Cuando pensamos en la democracia en la que muchos, sino todos los habitantes de la Argentina, queremos vivir, no debemos olvidar que uno de los principios básicos para que ella se de es la participaión activa de cada uno, en el o los espacios que la democracia nos ofrece.
Las elecciones del 28 de junio fue uno de esos espacios.
Pensando un tema con el que comenzar mis entradas en el blog, no me fue fácil decidir cuál, ya que por estos dias los temas relevantes tienen que ver con las críticas al mal desempeño del gobierno, la gripe que se incrementa dia a dia, las denuncias de corrupción de funcionarios etc, etc. Finalmente .... ¿porqué comentar una vez más acto electoral?. Porque:
* estas elecciones fueron "un voto a la esperanza"
* fue una demostración de voluntad participativa de la que me siento partícipe
Digo esto, porque junto a mi amiga Fanny colaboramos como fiscales de mesa, coincidiendo ambas en haber tenido una experiencia gratificante como ciudadanas.
Incorporo algunos comentarios que al respecto se publicaron hoy, en el diario La Nación.

La fiscalización de elecciones, una generosa inyección de confianza
Por Guillermo Mentruy
Mucho se habló en estas elecciones acerca de los fiscales.
El Código Electoral establece que "los partidos políticos que se presentan a una elección pueden nombrar fiscales cuya misión será fiscalizar las operaciones del acto electoral y formalizar los reclamos que estimaren correspondan" (arts. 56 y 57).

En una elección se asume que alguien puede realizar una acción que no corresponde, y debe ser controlado. El fiscal se sienta en una mesa electoral porque se supone que las autoridades de mesa se pueden equivocar, o que alguien puede modificar intencionalmente los resultados. El voto de personas no habilitadas o sin documento, la sustracción de boletas, el agregado de sobres, la modificación de las actas de escrutinio, prácticas fraudulentas como el voto cadena, son algunas de las situaciones posibles.
La fiscalización es necesaria porque existe desconfianza.
Quiénes fueron fiscales? Grupos de jóvenes y de matrimonios amigos, abuelas y estudiantes, padres e hijos, empleados, empresarios y amas de casa. Muchos se conocieron esa mañana en la puerta de la escuela y trabajaron juntos todo el día. Ayudaron a los electores, asesoraron a aquellos presidentes de mesa que no conocían los procedimientos, defendieron votos de manera imparcial y objetiva ante dudas o cuestionamientos intencionados.

Al final del día sintieron que habían hecho un aporte tan necesario como efectivo. Descubrieron que haberse capacitado les permitía ser personas de consulta para ayudar a discernir las situaciones poco claras. Vieron que se puede mejorar la transparencia de las elecciones frente a aparatos partidarios u oficialistas que cuentan con medios económicos, empleados, móviles, fiscales pagos y generosas viandas. Después de un día intenso, incómodo y agotador, fueron concientes de su aporte, y los sentimientos fueron de alegría, deber cumplido y esperanza.
Sintieron que habían hecho algo por el país y por el futuro de las personas que aquí viven.

Descubrieron que el "no se puede" no es cierto, y que se puede modificar la realidad, hay que decidirse a hacerlo. Que a pesar de la imagen negativa de quienes trabajan en política, hay personas con otras opiniones que trabajaron con honestidad, imparcialidad y compromiso

Lo que pasó en cada escuela fue una generosa inyección de confianza. Es la gran paradoja de los fiscales del 28 de junio: se los convocó porque el sistema se basa en un supuesto de desconfianza en los procesos y en algunas personas, y lo que se llevaron fue ? ¡más confianza!:
Confianza en su poder de ciudadanos. Descubrieron que se puede hacer algo para modificar la realidad, que se puede construir un país mejor, que se puede decir: "Acá estoy", ante una situación que no corresponde, que el "no te metás" es una mentira.

Confianza en los otros. Requisito básico para una sociedad que quiere superar sus dificultades. Aunque el otro piense distinto, se puede trabajar con él y buscar juntos las alternativas, se puede compartir.