Desde el comienzo de la Historia, el poder ha planteado a los seres humanos algunos problemas, entre los cuales se encuentra:
* la necesidad de dotar de eficacia al ejercicio de ese poder a fin de evitar que los que ocupan posiciones de poder, abusen de él.
Allí donde no está limitado y controlado, el poder político, por su propia dinámica tiende a concentrarse y excederse; para evitar tal distorción, la Constitución establece una distribución del poder entre varios órganos de gobierno que tienen distintas funciones. Este principio da fundamento a la división de poderes y a la existencia de un sistema de frenos y contrapesos, orientado a preservar la libertad e igualdad de los ciudadanos.
En la Argentina de hoy, uno de los temas de intenso debate, es el de la institucionalidad, en otras palabras: el funcionamiento pleno y respetuoso de las atribuciones que a cada poder le ha otorgado la Constitución Nacional.
Por años en nuestro país hemos sido expectadores de la "acumulación de poder" por parte del Poder Ejecutivo, la falta de independencia y protagonismo de los otros dos poderes y la ausencia de institucionalización.
Por eso hoy, al cumplirse un año de aquella memorable jornada en la que el vicepresidente de la Nación decidió con "su voto no positivo" la suerte del conflicto planteado(retenciones) entre el gobierno y uno de los sectores económicos tradicionales de la Argentina, por eso digo: el Senado estuvo a la altura de las expectativas de una ciudadanía ávida de una muestra de independencia del Poder Legislativo. Ha sido la primera vez en la historia que un vicepresidente definió una votación en la Cámara alta en contra de un proyecto del Poder Ejecutivo.
Si toda crisis representa una oportunidad, el país se encuentra, por fin, ante una inigualable ocasión para barajar y dar de nuevo. Esto significa exaltar la institucionalidad como valor supremo y respetar la división de poderes.
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2 comentarios:
Hola Martis pasaba para conocer tu blog y de paso comentar, por supuesto.
Y si, esto de ser la primera vez en donde el poder legislativo le dice al ejecutivo: "che pará yo también existo y mi palabra pesa" es significativo y el poder ejecutivo nacional lo toma en serio,(algo que jamás hace) y al fin se lo cuestiona espero que sea para mejor, sea para que cambien de una vez por todas las cosas y se respete la idea original de Montesquieu, que es en realidad la división del poder para que no se concentre en las manos de un ambiciosa/o de turno.
Te mando un beso grande y felicidades por tu blog.
Gracias Romi. Ojala unos cuantos se acordaran que la division de poderes se hizo para que se cumplan no solo para justificar elecciones.
Gracias por participar, toda opinion sobre el blog, contenidos, tematicas etc sugerencias y otras son bienvenidas.
Un beso grande
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