El conflicto Gobierno/Sector agrario es un enfrentamiento largo, complejo, con agravios de uno y otro lado, mal manejado desde el gobierno, repleto de marchas y contramarchas y con posiciones extremas de difícil conciliación .
El origen del conflicto lo desató la disposición del gobierno de un aumento a los derechos de exportación a un 44,1% para la soja y a un 39,1% para el girasol, mientras que se establecía una redución para maíz y trigo, que quedaba en un 24,2% para el maíz y en un 27,1% para el trigo. El conjunto de estos impuestos es lo que se conoce como retenciones. Según el por entonces ministro de economía Martín Lousteau, estas medidas significan un incremento favorable al "fisco" que "embolsaría" 3900 millones de pesos.
La respuesta de los sectores involucrados no se hizo esperar. La Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) anunciaron un paro con cese de comercialización de granos, carne y leche, en protesta por la política del gobierno de Cristina Kirchner hacia el sector.
Los mensajes se sucedían en una suerte de competencia por ver cuan lejos podían llegar las partes enfrentadas. A los dichos de los agrarios: "Queremos expresar nuestro repudio a la política que se lleva a cabo desde el Gobierno para el sector, y que no hace más que comprometer el futuro del país", dijo Mario Llambías; "Esto es una medida contra la producción, contra el interior, contra el país", disparó Luciano Miguens, presidente de la SRA. "Estamos cansados de este Estado que es socio en las ganancias pero no en las pérdidas, ya que no nos devuelve al interior lo que ponemos en caminos ni escuelas", dijo Buzzi; "Somos dialoguistas, pero con una medida como ésta no nos queda otra que hacer un alto. Están pasando por encima a un sector que le da vida al interior", dijo Fernando Gioino, presidente de Coninagro, tambien había una respuesta del gobierno: "No vamos a revisar las retenciones. No es un tema que estemos discutiendo, para nada. No nos gusta que nos extorsionen con medidas de fuerza", dijo el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hoy alejado y opositor al oficialismo; el ministro de Justicia Aníbal Fernández anticipó: "Veremos cuál es la línea de productos que tenemos que mover y la moveremos, y quien no entienda esas razones irá preso".
Lo que sigue, es historia conocida a la vez que constutuye el mayor conflicto agrario en los 'ultimos 30 años: piquetes, cortes de ruta, asambleas, desabastecimiento, amenazas. El "voto no positivo" del vicepresidente solo significo un statu quo que hoy parece generar nuevas expectativas luego de la convocatoria al diálogo desde el gobierno.
La reunión entre el gobierno y la Mesa de Enlace ruralista se está llevando a cabo en estos momentos, los representantes de las entidades agrarias reconocen "vamos a esta reunión con un grado de escepticismo que no podemos ocultar; pero además del escepticismo hay también una expectativa, porque el escenario político del país es completamente distinto después de las elecciones".
¿Será posible encontrar un punto de equilibrio? El país necesita una respuesta. Se habla permenentemente de un cambio, ¿significa esto que la producción sojerizada desde hace unos años debe volver a su origen triguero y maicero + carne? Si asi fuese debe ser expresado con claridad, se debe ir preparando y discutiendo el futuro de la economía ya que estos productos fueron y siguen siendo el fuerte de las exportaciones argentinas.
La respuesta de los sectores involucrados no se hizo esperar. La Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) anunciaron un paro con cese de comercialización de granos, carne y leche, en protesta por la política del gobierno de Cristina Kirchner hacia el sector.
Los mensajes se sucedían en una suerte de competencia por ver cuan lejos podían llegar las partes enfrentadas. A los dichos de los agrarios: "Queremos expresar nuestro repudio a la política que se lleva a cabo desde el Gobierno para el sector, y que no hace más que comprometer el futuro del país", dijo Mario Llambías; "Esto es una medida contra la producción, contra el interior, contra el país", disparó Luciano Miguens, presidente de la SRA. "Estamos cansados de este Estado que es socio en las ganancias pero no en las pérdidas, ya que no nos devuelve al interior lo que ponemos en caminos ni escuelas", dijo Buzzi; "Somos dialoguistas, pero con una medida como ésta no nos queda otra que hacer un alto. Están pasando por encima a un sector que le da vida al interior", dijo Fernando Gioino, presidente de Coninagro, tambien había una respuesta del gobierno: "No vamos a revisar las retenciones. No es un tema que estemos discutiendo, para nada. No nos gusta que nos extorsionen con medidas de fuerza", dijo el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hoy alejado y opositor al oficialismo; el ministro de Justicia Aníbal Fernández anticipó: "Veremos cuál es la línea de productos que tenemos que mover y la moveremos, y quien no entienda esas razones irá preso".
Lo que sigue, es historia conocida a la vez que constutuye el mayor conflicto agrario en los 'ultimos 30 años: piquetes, cortes de ruta, asambleas, desabastecimiento, amenazas. El "voto no positivo" del vicepresidente solo significo un statu quo que hoy parece generar nuevas expectativas luego de la convocatoria al diálogo desde el gobierno.
La reunión entre el gobierno y la Mesa de Enlace ruralista se está llevando a cabo en estos momentos, los representantes de las entidades agrarias reconocen "vamos a esta reunión con un grado de escepticismo que no podemos ocultar; pero además del escepticismo hay también una expectativa, porque el escenario político del país es completamente distinto después de las elecciones".
¿Será posible encontrar un punto de equilibrio? El país necesita una respuesta. Se habla permenentemente de un cambio, ¿significa esto que la producción sojerizada desde hace unos años debe volver a su origen triguero y maicero + carne? Si asi fuese debe ser expresado con claridad, se debe ir preparando y discutiendo el futuro de la economía ya que estos productos fueron y siguen siendo el fuerte de las exportaciones argentinas.